Los orígenes
Nada más finalizar un capítulo negro en la historia de nuestro país, como fue la Guerra Civil, Granada comenzaba a recuperar el pulso de la vida cotidiana. La Semana Santa reducida durante años al culto interno y a la concentración orante ante el Cristo de los Favores, emprendía la labor de recuperar los brillantes cortejos procesionales que el tesón de unos cuantos y el apoyo de muchos hicieron florecer en la década de los 20.
El ambiente de euforia había de traducirse en una segunda oleada fundacional de hermandades. Gracias a una profunda y sentida devoción de un grupo de albaicineros hacia la Santísima Virgen María nace la Real, Venerable e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Perdón y María Santísima de la Aurora. Ésta era la excusa perfecta para desarrollar una labor asistencial a los vecinos que más lo precisaban. De esta forma, se decide crear una hermandad de penitencia que tuviese su sede en el castizo barrio del Albaicín. Los años 1943 y 1944 serán testigos del incipiente movimiento fundacional.
Una de las preocupaciones de estos jóvenes era encontrar una imagen mariana a la que dar culto. Se valoró el encargo de la hechura de la misma a algún imaginero de la época. Esta vía quedaría paralizada debido a un grato imprevisto. El por entonces párroco de San José, Don Manuel Fernández Padial, les avisaría del descubrimiento de una talla de la Virgen María detrás de un tabique derribado a causa de unas obras de remodelación en el despacho parroquial. La imagen había acabado allí para protegerla de los destrozos de la guerra.
Aurora. Esa fue la advocación con la que se identificaría la efigie recién hallada. Se dedujo por entonces que era la antigua titular de una asociación rosariana de San Gregorio Bético que gozó de un notable auge en tiempos pretéritos. Por tanto, se decidió que era el momento de rescatar aquella devoción para el Albaicín y para Granada.
Coronación Canónica María Santísima de la Aurora
Granada, 8 de mayo de 2011
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